Los soldados gallegos participaron en la ofensiva sobre Brunete y las batallas de Huesca, Belchite y Teruel, conquista el 22 de febrero de 1938, así como la batalla del Ebro, concluida el 16 de noviembre del mismo año y de las más sangrientas de toda la contienda. También tomaron parte en la ofensiva del Levante, que dividió en dos partes el territorio republicano.
